El esperpento y la greguería

Creación de Ramón María del Valle-Inclán, cuyo nombre verdadero era Ramón del Valle y Peña, el esperpento deforma la realidad, recargando sus rasgos grotescos y sometiendo a una elaboración personal el lenguaje coloquial y desgarrado, convirtiendo cualquier aspecto de la realidad en algo esperpéntico. Formulación estética propia empleada para la deformación sistemática de personajes y valores y la transferencia de máscaras. El esperpento, lo esperpéntico, se define entre la tragedia y lo irrisorio.

Creación de Ramón Gómez de la Serna, la greguería, una confusión de voces altas y desentonadas, presenta con agudeza una visión personal, a menudo humorística, de aspectos de la realidad. Construcción breve, como un aforismo o algo más extensa, como un relato, y ocurrente que su autor define como una combinación de humorismo y metáfora o asociación de ideas surgida de la intuición, capaz de suprimir un tabú o romper la confianza en una certeza.  

Artículos complementarios

    Miguel de Cervantes

    De afeites y disimulos

    Conceptismo y culteranismo

    La Codorniz

Método de cazo para la explotación de la plata. Álvaro Alonso Barba

Religioso y metalúrgico nacido en la onubense localidad de Lepe el año 1569, Álvaro Alonso Barba es autor de Arte de los metales, obra sobre la amalgamación de los minerales publicada en Madrid el año 1640, traducida a varios idiomas con gran resonancia en los siglos XVII, XVIII y XIX en la que describe con detalle la riqueza argentífera de la región boliviana y expone el verdadero beneficio del oro y la plata amalgamados por azogue, el modo de fundirlos, separarlos y refinarlos y su “método de cazo”, fundamental para la explotación de la plata.

    Entre 1585 y 1592 estudió Artes y Teología en la Universidad de Sevilla.

    Desembarcó en el Nuevo Mundo ordenado sacerdote hacia 1608. Se le destinó al territorio de la Real Audiencia de Charcas, a localidades de tradición minera donde sucesivamente fue manifestando su doble vocación de religioso y minero; desde Tarabuco, un pueblo indio cerca de La Plata, actualmente la ciudad de Sucre, donde él mismo escribe que descubrió en 1609 el método “de cazo y cocimiento” hasta La Plata en 1644, pasando por Tiwuanaku, Chuquisaca, Lipes, Porco, Pacajes, Oruro, Potosí y Chocaya. Con su experiencia de cinco décadas y las reflexiones teóricas aparejadas compuso Arte de los metales.

    De regreso a España en 1657, Álvaro Alonso Barba puso en práctica sus descubrimientos en los yacimientos de plata de Niebla, en la provincia de Huelva; y posteriormente recorrió las sierras de Madrid y Huelva para finalizar su periplo en las minas de Riotinto, donde ensayó un procedimiento para el tratamiento de las aguas cobrizas y la cementación artificial por precipitación con hierro.

Imagen de Librerías París-Valencia

Arte de los metales

La obra está dividida en cinco libros, de carácter enciclopédico por la exposición del conocimiento metalúrgico de la época en las vertientes de las técnicas extractivas y de los procesos utilizados en la amalgamación de la plata por azogue e innovadora por su hallazgo hacia 1590 del procedimiento de amalgamación de la plata en caliente por cazo y cocimiento, perfeccionado mediante sucesivos ensayos entre 1609 y 1617, empleando cazos de cobre en lugar de hierro lo que supuso aminorar los costes y la pérdida de azogue.

    En el primer libro presenta ideas alquímicas en lo que se refiere a la formación de los metales, su transmutación, la oposición caliente-frío y la clasificación de los productos del reino mineral.

    El segundo libro está dedicado a la descripción de los procedimientos entonces utilizados para amalgamar la plata con mercurio, según las diferentes clases de minerales, a las dificultades que pueden presentarse y a las formas de superarlas.  También aporta mejoras a los procesos en curso de la metalurgia de la plata.

    En el tercer libro describe el proceso de su invención: la amalgamación en caliente por cazo y cocimiento. Que no significaba una modificación del método introducido por Bartolomé de Medina, sino un procedimiento totalmente nuevo y original para extraer la plata: un cazo o caldera de cobre, mercurio y agua hirviendo, eliminándose así el recurso a cualquier otro ingrediente y sólo en los minerales de más difícil amalgamación, como los sulfuros o los negrillos no sometidos previamente a tostación se hacía preciso añadir otros materiales, como sal, alumbre, caparrosa o agua fuerte.

    Dedica el libro cuarto al beneficio de los minerales de plata por fundición, exponiendo los diferentes tipos de hornos, tanto para fundición, castellanos y de reverbero, como para ensaye y calcinación, y detallando los procedimientos para su erección.

    Trata el quinto libro de la separación de plata y oro con relación a otros metales, la copelación y la descripción de las copelas. La separación de la plata del cobre le permite describir la fundición de panes de licuación y los procedimientos a que es indispensable someter a éstos, así como la cementación, beneficio aplicado en Riotinto, y la preparación del agua fuerte para separar el oro de la plata, proceso donde aporta la invención de las retortas tabuladas de barro.

El reconocimiento absoluto al método de Barba llegó a finales del siglo XVIII, cuando comienza a practicarse en varios reales de minas de Nueva España: Pachuca, Sierra de Pinos, Baja California, y en el virreinato de Perú: Oruro y Potosí; y en Europa, venciendo definitivamente todas las reticencias de unos científicos ignorantes de la evolución. Ya en el siglo XIX, el método de Barba obtuvo otro refrendo con su aplicación en las minas de Comstock en el Estado norteamericano de Nevada.

Artículos complementarios

    José Celestino Mutis

    Jerónimo de Ayanz

    Los hermanos Elhuyar

    Antonio de Ulloa y Jorge Juan

    Andrés Manuel del Río

    La expedición Malaspina-Bustamante

    Antonio José de Cavanilles

    Francisco Salvá

Memoria recobrada (1931-1939) LXXII

Recordemos aquello que fue y por qué sucedió. La presente entrega conforma un mosaico de asesinatos llevados a cabo en la zona gobernada por el Frente Popular de la II República.

En la ciudad de Santander los dirigentes del Frente Popular habilitaron tres checas: la Municipal, la de la calle del Sol y la de los Ángeles Custodios. El socialista Manuel Neila, dependiente de comercio, fue nombrado jefe de Policía y de inmediato destino su cometido de represión secundado por una guardia de milicianos dados a imponer el terror y ejercitar el saqueo y el asesinato. Cuando la capacidad de las checas quedó rebasada empezaron las sacas. Las víctimas eran conducidas al faro de Cabo Mayor para ser arrojadas vivas al mar Cantábrico desde los cuarenta metros de altura del farallón y a las tapias del cementerio de Ciriego para su fusilamiento. Los detenidos en el barco prisión Alfonso Pérez fueron asesinados unos en Cabo Mayor y la mayoría ametrallados en la cubierta del barco o bombardeados con granadas de mano en la bodega donde se hacinaban. Los once frailes trapenses del monasterio de Cóbreces, después de sufrir tortura, fueron llevados a Cabo Mayor para, con las manos atadas a la espalda y con la boca cosida con alambre, ser arrojados vivos al precipicio.

En el municipio malagueño de Ronda desde finales de julio a mediados de agosto de 1936 fueron asesinadas en el cañón que rodea la villa quinientas doce personas elegidas, trasladadas y despeñadas por milicianos del Frente Popular.

En la barriada almeriense de La Garrofa veintiocho personas fueron asesinadas a tiros en su playa el 14 de agosto de 1936, y posteriormente arrojadas mar adentro de dos en dos, atadas con cuerdas, desde una embarcación a motor. Los cuerpos aparecieron en la desembocadura del río Andarax.

El corresponsal de la agencia de noticias norteamericana de noticias Associated press, Edward Knoblaugh, informó de la matanza de ochenta militantes socialistas de la UGT por militantes anarquistas de la CNT: “Anarquistas y socialistas y comunistas se mataban entre sí con regularidad. Cientos de izquierdistas moderados eran ejecutados bajo la acusación de sabotajes y actividades contrarrevolucionarias”.

    Finalizando el verano de 1936 cerca de Barbastro, fueron asesinados por militantes anarquistas veinticinco afiliados a la UGT.

    En octubre de 1936, en la madrileña plaza de Tetuán y calles aledañas, hubo cincuenta muertos por enfrentamientos entre fuerzas del orden y milicianos anarquistas.

    En noviembre de 1936 la ciudad de Valencia registró un enfrentamiento armado, que dejó casi ciento cincuenta muertos, entre los anarquistas de la Columna de Hierro y la Guardia Popular Antifascista integrada por militantes socialistas y comunistas.

    Los últimos días de enero de 1937 tuvo lugar el episodio conocido por los Hechos de la Fatarella. En esta localidad tarraconense fueron asesinados treinta y siete campesinos por los milicianos anarquistas que imponían la colectivización de las tierras.

    Cuando a la una de la tarde del miércoles 5 de mayo de 1937, Antonio Sesé Artaso, dirigente del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC, comunista), consejero de la Generalidad de Cataluña y secretario general de la UGT en Cataluña, se dirigía al Palacio de la Generalidad, en Barcelona, para jurar su cargo fue tiroteado y muerto en la calle Caspe, frente al Sindicato de Espectáculos Públicos de la CNT. Los anarquistas afirmaron que Sesé había sido víctima de un disparo procedente de las barricadas de la Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), en el Paseo de Gracia. Una hora después, muy cerca de allí, en la calle Cortes, moría en una refriega Domingo Ascaso Abadía, miembro de la CNT. Era hermano de Francisco, uno de los líderes anarcosindicalistas junto con José Buenaventura Durruti Dumange y Juan García Oliver.

    Camillo Berneri llegó a Barcelona para dirigir a los voluntarios italianos contra el fascismo en el campo de batalla. Apenas estuvo en el frente, pues alegando dolencias varias regresó a Barcelona donde se dedicó a tareas de propaganda impresa y radiofónica. Su patente desafección por la revolución rusa le situó en una posición contraria a la oficialista de la III Internacional (Comintern) y por ende a oponerse al dirigente máximo comunista Joseph Stalin. A principios de mayo de 1937, Berneri lanzó un alegato en defensa del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), que dirigía Andrés Nin, acusado de traidor y perseguido por socialistas y comunistas. Camillo Berneri residía en un piso con sus compatriotas Francesco Barbieri, Tosca Tantini y Fosca Corsinovi, vigilado por las milicias socialistas y comunistas. La madrugada del 6 de mayo una quincena de milicianos irrumpió en la vivienda armas en ristre, y tras un violento forcejeo Barbieri y Berneri fueron conducidos a las dependencias de seguridad sitas en la plaza de Cataluña. Por la mañana una delegación de la UGT se presentó en el piso para informar a las dos mujeres que sus compañeros serían liberados pronto. La realidad es que ya entonces eran cadáveres depositados en el Hospital Clínico.

En los barcos prisión Cabo Quilates y Altuna Mendi, atracados en el puerto de Bilbao, y el Arantzazu Mendi, arribado desde San Sebastián, desde la segunda quincena de septiembre de 1936 fueron asesinados los entre ciento veinte y ciento cincuenta prisioneros en ellos encerrados.

    En Durango el 25 de septiembre de 1936 los milicianos de las Juventudes Socialistas Unificadas integrados en el Batallón Rusia sacaron de la prisión local a veintidós detenidos que de inmediato fusilaron en las tapias del cementerio.

    Los presos supervivientes de las matanzas junto con los que iban siendo recluidos, fueron trasladados a la cárcel provincial de Bilbao, llamada de Larrínaga, y a otras tres improvisadas: los conventos de El Carmelo y de los Ángeles Custodios y la Casa Galera. Algunos prisioneros lograron ser canjeados, pero otros sufrieron la represalia del asesinato. El 4 de enero de 1937, elementos de los batallones Malatesta de la CNT y Castilla de las JSU asaltaron las cárceles; aunque los vigilantes ayudaron a que pasaran. En la provincial de Larrínaga asesinaron a cincuenta y cinco preso; en El Carmelo la acción asesina quedó reducida a siete muertos por la reacción a la defensiva de los presos que asustó y alejó a los asaltantes; en los Ángeles Custodios protagonizó la matanza el batallón Asturias, de la UGT, al que la Consejería de Gobernación vascongada había pedido ayuda, asesinando a unos presos en las celdas y a otros, atados de cinco en cinco, en el patio, hasta ciento nueve; en la Casa Galera también fueron elementos socialistas del batallón Asturias los asesinos de cincuenta y tres presos, pudiendo escapar el resto por una puerta trasera cuyo acceso facilitó el director del centro de reclusión improvisado.

    En las cuatro cárceles los cadáveres fueron saqueados, incluso con mutilaciones. El gobierno vasco prohibió cualquier noticia sobre las matanzas.

La primera escuela pública gratuita de Europa. San José de Calasanz

Sacerdote católico y pedagogo, José de Calasanz Gastón nacido en la oscense localidad de Peralta de la Sal el año 1557, fundó la primera escuela gratuita, popular y cristiana de Europa y la Orden de los Padres Escolapios; asimismo es el patrón de las escuelas públicas cristianas.

José de Calasanz

Imagen de alfayomega.es

Habiendo recibido una esmerada educación de sus padres continuó aprendiendo en el colegio de Peralta. Su siguiente escuela fue la de Estadilla, en la demarcación de Barbastro, también provincia de Huesca. Después estudió Filosofía y Leyes en la capital ilerdense, doctorándose en esta última. Completó su formación académica y humanista con los cursos de Teología impartidos en Valencia y Alcalá de Henares.

    Su vocación sacerdotal había surgido a los catorce años, pero no fue ordenado sacerdote hasta 1583, a la edad de veinticinco. El inicio de su ministerio tuvo lugar en la Diócesis de Albarracín, provincia de Teruel, zona montañosa y aislada que le vio recorrer los caminos y visitar los hogares para llevar la palabra de Dios. Por su buen hacer sacerdotal se le encargó mediar en la disputa de dos familias principales barcelonesas, y tras lograrlo el obispo de Urgel, Andrés Capilla, le nombró su teólogo, confesor y vicario general. Con el obispo marchó a Lérida cuando allí se le destinó, y con el Visitador apostólico, en calidad de secretario, a la abadía de Montserrat. Finalizado el periplo, el obispo de Urgel reclamó a José de Calasanz para que desempeñara la tarea de Vicario general del distrito eclesiástico de Tremp.

    El mismo Andrés Capilla que lo deseaba junto a su lado le aconsejó que se trasladara a Roma; obedeciendo en 1592. En la ciudad eterna tuvo como protector al Cardenal Marcantonio Colonna, de quien José fue teólogo e instructor para su sobrino.

En Roma José se integró en las Cofradías de la Doctrina Cristiana, que eran asociaciones dedicadas a la caridad, y especialmente al cuidado de los niños desamparados y enfermos. Durante este periodo de labor incansable y comprensión del mundo que le rodeaba, José de Calasanz sintió que debía posibilitar una buena y prolongada enseñanza a esas criaturas desvalidas, huérfanas en su mayoría y malviviendo en la calle. Su propuesta de una escuela para los necesitados no obtuvo el beneplácito enseguida. Pasó un tiempo de trabajo e insistencia hasta que en 1597 pudo acondicionar la primera aula en la sacristía de la iglesia de Santa Dorotea, en el barrio romano del Trastévere, gracias a su párroco Antonio Brendani. Había por fin organizado la primera escuela gratuita de Europa. Pocos alumnos acudieron al principio, pero corriendo la noticia de la escuela y la habilidad docente de su principal maestro, con la ayuda de compañeros sacerdotes implicados de lleno en la causa, algunos laicos ofreciendo colaboración de toda clase, incluida la económica, al cabo de dos décadas más de mil quinientos niños disfrutaron de la primera escuela cristiana, popular y gratuita en la iglesia de San Pantaleón.

    El papa Clemente VIII aportó una contribución anual que sirvió de ejemplo para promocionar tan benemérita obra escolapia; porque a sus institutos educativos José los denominó Escuelas Pías, y escolapios a los padres que ejercían la enseñanza y el cuidado con él. Pronto las Escuelas Pías se difundieron por Italia y el resto de Europa.

En 1602 José de Calasanz fundó su congregación religiosa, que además de impartir docencia dedicaba empeño a la atención espiritual y física, por enfermedad y decrepitud, de los necesitados.

    El año 1612 la escuela fue transferida al palacio de Torres junto a San Pantaleone, donde José vivió de la misma manera entregada hasta su fallecimiento en 1648. Beatificado el 7 de agosto de 1748, fue canonizado por el papa Clemente XIII el 16 de julio del 1767.

    El 13 de agosto de 1948 José de Calasanz fue declarado patrono universal de las escuelas cristianas en el mundo por el papa Pío XII.​ La Iglesia católica lo considera el santo patrón de los educadores y maestros, junto con Juan Bautista de la Salle.​

Artículos complementarios

    Santo Domingo de Silos

    San Isidoro de Sevilla

    Santa Teresa de Jesús

    San Juan de la Cruz

    Fray Juan Gilabert Jofré

    Juan Luis Vives

    El rey santo

    San Ignacio de Loyola

El célebre fiato de Miguel Fleta

Las cualidades naturales de Miguel Fleta, nacido en la localidad oscense de Albalate de Cinca el año 1893, lo convirtieron en un tenor de grandes cualidades. Una voz bella, poderosa y dúctil, acompañada por un carácter apasionado, le permitía magníficas interpretaciones de los melodramas de la ópera italiana. Su dosificación del aire al respirar (fiato) le hizo célebre al poder emitir una nota a plena voz reduciendo acto seguido el volumen poco a poco hasta transformarlo en un hilo sonoro apenas audible.

Miguel Fleta

Imagen de greattenors.blogspot.com

Se inició cantando jotas aragonesas. De aquel éxito popular surgió el interés por descubrir las capacidades de su voz en otras vertientes musicales, para lo que solicitó plaza de estudio en el Liceo de Barcelona. Culminada esta etapa, la siguiente lo llevó a Italia con la maestra Luisa Pierrich, posteriormente su esposa.

    Su debut tuvo ocasión el año 1919 en Trieste cantando la ópera Francesca da Rimini de Riccardo Zandonai; y la consagración le llegó en 1920 en Roma con la ópera Tosca de Giacomo Puccini. Fue el inicio de una carrera internacional que le presentó como tenor lírico spinto (mayor potencia de voz que el tenor lírico) y dramático, teniendo en las interpretaciones de Tosca, Aida y Carmen la mejor respuesta del público, asegurándose un lugar entre los grandes tenores del siglo XX.

    El momento más brillante en la carrera de Miguel Fleta ocurrió en 1926 cuando Arturo Toscanini le escogió para cantar en La Scala de Milán el papel de Calaf en el estreno póstumo de la ópera Turandot de Puccini.

    También abordó a partir de 1928 el repertorio de la Zarzuela y las canciones populares españolas, alcanzando la misma fama que en la ópera.

Artículos complementarios

    Plácido Domingo

    Alfredo Kraus

    Teresa Berganza

    Pilar Lorengar

    Manuel Vicente García

    La Zarzuela

    La Jota